
Hacía mes y medio que Adam no dormía. Sus sueños estaban plagados de sangre, muerte y oscuridad, y en el centro de aquellas pesadillas sólo había una culpable. Una mujer de pelo rojo y ojos dorados. Una humana que no es quien dice ser: Ruth. Por eso, cuando ella quebranta la orden de no regresar a sus tierras y vuelve a Wolverhampton, él no dudará en darle caza y detenerla, aunque eso implique volverse loco y mantener su instintos más salvajes a raya. Adam quiere desenmascararla, pero, en un juego de voluntades, desidia y deseos, ¿a quién se le caerá la máscara primero? ¿Al lobo o a la cazadora? Vienen tiempos de caza en el Midgard. El Ragnarök enseña los colmillos. ¿Verdadero o falso? En el amor y en la guerra, todo está permitido.
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